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martes, 14 de junio de 2016

Artículos del Fracaso Escolar




FRACASO ESCOLAR







Psicopedagogía.com


Isabel Menéndez Benavente



Vamos a hablar del fracaso escolar, pero… ¿A qué se le llama fracaso escolar?, ¿Cuáles son las causas?, ¿Y las consecuencias?, ¿Cómo afecta al alumno y a su familia y en general a toda la sociedad?, ¿Es un problema que se escapa de las manos de los pedagogos y especialistas…?

Muchas preguntas, muchos interrogantes a los que vamos a tratar de dar respuesta.

Vamos por tanto a tratar de definir el fracaso escolar, y cuando lo hacemos estamos hablando de un problema que se vive, se ha vivido o se vivirá en la mayoría de los hogares españoles…

Los últimos sondeos hablan de un 29% de fracaso escolar, que es muy superior a la media europea, en concreto, sólo nos supera Portugal. Quedamos muy lejos del 7% que existe en Suecia por ejemplo. Esta media ha ido subiendo e incrementándose a pesar de que debido al descenso demográfico cada vez son menos los estudiantes. Las cifras son ahora mismo alarmantes. En la enseñanza media un 32% de los alumnos repiten curso, un 35% no terminan con éxito 2º de ESO. El 48% no superan el bachiller y en la universidad el abandono de los estudios ronda el 50%.





DEFINICIÓN DE FRACASO ESCOLAR

¿Pero, cuando hablamos realmente de fracaso? Hablamos de fracaso cuando un niño no es capaz de alcanzar el nivel de rendimiento medio esperado para su edad y nivel pedagógico. 

Dado que el único criterio para evaluar el éxito o el fracaso de los niños, son las calificaciones, el fracaso se traduce en suspensos, que por supuesto suelen ser masivos y hacer que los padres ya no sepan qué hacer con ese niño o ese joven. No vamos a hablar de uno o dos suspensos en alguna evaluación, que pueden ser absolutamente normales y superables, sino de esos otros niños cuyas calificaciones son negativas al finalizar el curso escolar. Para delimitar aún más el campo del que estamos hablando, podríamos referirnos a aquellos alumnos que hayan acabado el curso con más de dos asignaturas pendientes, que es cuando en principio repetirán curso, lo que evidentemente sería una medida del fracaso escolar, aunque en niveles prácticos y hasta la ley de calidad, debido a la coordinación entre los padres y los profesores, a veces se iba pasando a los niños de curso, y así se aplazaban los conceptos de fracaso escolar hasta la finalización de cada ciclo de primaria o secundaria que no pudieran superar, situación que en la actualidad, se ha reformado.


CAUSAS DEL FRACASO ESCOLAR

Muchas son las causas que pueden originar un fracaso escolar. Las más reseñables son los trastornos de aprendizaje y los trastornos emocionales. Las cifras varían según los diferentes estudios, pero son aproximadamente las siguientes: Sólo un 2% se debe a factores intelectuales. Alrededor de un 29% de fracaso se debe tanto a trastornos de aprendizajes, entre los que destaca por su importancia la dislexia. Aproximadamente la misma proporción se debe a factores emocionales de todo tipo y un preocupante 10 % lo ocupa en este momento, el trastorno más estudiado en España en psicología infantil en los últimos años: TDAH, o trastorno de déficit de atención con hiperactividad.


Esfera Orgánica:

Aquí englobaremos todas aquellas deficiencias que tienen que ver con trastornos que impliquen disminución física, alteraciones sensoriales, de psicomotricidad, etc. Serían entre otras, enfermedades crónicas como la diabetes, o la epilepsia, alteraciones cardíacas, enfermedades genéticas, etc., que pueden constituir un impedimento para el aprendizaje normal del niño.

También otras características físicas, como tartamudez, estrabismo, cojera, incluso obesidad, etc., que hacen que el niño pueda ser objeto de burla o de sentimientos de inferioridad y que harán que existan problemas de socialización y afectivos que luego como veremos más adelante influirán también en su rendimiento y aprendizaje.

Es importante incidir en detectar los defectos de visión o audición que necesitan pautas de educación distintas. 

                                    Factores intelectuales:

En primer lugar es básico saber su capacidad intelectual. La capacidad intelectual de una persona se mide por su cociente intelectual que es una valoración hecha a través de unas pruebas psicológicas y cuya normalidad se establece dentro de un intervalo de puntuaciones.

En el caso de que el cociente intelectual se encuentre por debajo de la media esperada estaríamos en el caso de debilidades mentales que si son ligeras que no son fácilmente detectables o bien superdotaciones, es decir niños con un nivel intelectual muy superior al normal, que suelen presentar paradójicamente fracaso escolar.

  

Factores afectivos- emocionales: 


Algunas investigaciones han demostrado que entre un 30 y un 50% de los fracasos escolares se deben a causas emocionales.

Dentro de este apartado entrarían trastornos como la depresión ( mucho más frecuente en la infancia de lo que los mayores creemos), la baja autoestima, trastornos de ansiedad, y luego ya complicaciones más severas, como psicosis o neurosis.

Y por supuesto no podemos eludir el papel, yo diría que imprescindible, que representa la familia en estos trastornos. La influencia de esta en la estabilidad emocional del niño es fundamental. Por ello, estas circunstancias pueden alterar el equilibrio afectivo y perjudicar su rendimiento escolar:


Situaciones especiales que alteran el núcleo familiar como la muerte o enfermedad de uno de los progenitores o de un ser querido por el niño, el abandono, separación del matrimonio, nuevo matrimonio de uno de los padres, nacimiento de un nuevo hermano, situaciones hoy mucho más frecuentes y que siempre que no estén bien enfocadas, afectan enormemente el desarrollo emocional del niño.


Estilos educativos de los padres: Como la severidad excesiva o disciplina extrema, o bien un exceso de perfección que hacen que los padres creen unas expectativas que los niños no pueden alcanzar ( tienen que ser los mejores) lo que crea una fuerte inseguridad en el niño que nunca podrá llegar a las altas metas fijadas y como consecuencia se sentirá frustrado si no lo consigue.


  Causas pedagógicas:



Podríamos hablar de la irregularidad en la escolaridad. Bien por constantes traslados de un colegio a otro, por inasistencia escolar, que evidentemente hacen que el niño carezca de base para continuar el aprendizaje.


Otra de las causas puede ser el método de enseñanza del centro , en el sentido de no adecuar el interés del niño con los contenidos que se imparten, o bien la alta exigencia que no atiende a la madurez de cada uno, y a veces no se tiene en cuenta por ejemplo, que en una misma clase puede haber niños que se lleven hasta doce meses.

Por otra parte es un hecho que en algunos centros existe un exceso de deberes, y que en la actualidad el sistema educativo actual conlleva, en mi opinión, la dispersión de materias, llegando a tener un número elevado de asignaturas que a veces sólo suponen un masivo número de suspensos para el chico, logrando desmotivarlo y enquistar el fracaso.
  El desconocimiento de las adecuadas técnicas de estudio, de las que hablaremos más adelante y en ocasiones un exceso de actividades extraescolares que presionan al alumno, pueden conseguir también que el rendimiento escolar del niño no responda a su verdadera capacidad.


La masificación: El número de alumnos que a veces supera los 25 , parece también incidir en los resultados puesto que se observan más casos de fracaso escolar, y aunque la nueva reforma trata de ir disminuyendo ese número, aún estamos muy lejos de algunos países como Dinamarca en el que la relación de alumnos por clase es de 15.

 

TIPOS DE FRACASO ESCOLAR




1.-Primario: Cuando aparecen problemas de rendimiento en los primeros años de la vida escolar del niño, suelen estar asociados a dificultades madurativas y dependiendo de cuáles sean, pueden solucionarse espontáneamente o ser la base de un fracaso escolar permanente.

2. Secundarios produce cuando después de unos años de escolarización muy buena aparecen problemas, generalmente debido a cambios en el niño, como la adolescencia o algún hecho puntual en la vida del niño que interfiere momentáneamente.

3. Circunstancial. El fracaso es transitorio y aislado, es por tanto algo cuyas causas deben averiguar, para poder poner el remedio adecuado.

4. Habitual: Los suspensos constituyen la tónica habitual del niño, desde el comienzo de la escolaridad. Debido a causas de origen personal.



FRACASO ESCOLAR: CONCEPTUALIZACIÓN Y PERSPECTIVAS DE ESTUDIO



http://www.cucs.udg.mx/revistas/edu_desarrollo/anteriores/30/30_Lara.pdf



BAUDELIO LARA-GARCÍA, OTROS. 



FRACASO ESCOLAR


SANTILLANA VENEZUELA http://www.santillana.com.ve/articulos.asp?idarticulo=62



Llega el momento de dirigir la mirada hacia el problema del llamado fracaso escolar. En este concepto polimórfico, todos los que intervienen en la educación tienen su responsabilidad: la sociedad, la familia, la institución escolar, los profesores, los alumnos y aun los legisladores. En realidad, se trata de un fracaso social, porque de un modo u otro la disfuncionalidad afecta al conjunto de la sociedad. 


"En realidad, se trata de un fracaso social,
porque de un modo u otro la disfuncionalidad afecta
al conjunto de la sociedad. "



Fracaso escolar es toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por los alumnos en los centros de enseñanza respecto de los objetivos propuestos para su nivel, edad y desarrollo, y que habitualmente se expresa a través de calificaciones escolares negativas. 



El análisis de la definición anterior nos lleva a reparar, al menos, en los dos aspectos siguientes:



• La insuficiencia en los resultados. Este aspecto informa en mayor o menor cuantía de un malogro en el rendimiento esperado y en él se advierte un nuevo elemento de complejidad, pues las causas del desajuste académico entre lo alcanzado y lo deseado pueden ser numerosas, como veremos más adelante.


• Las calificaciones escolares negativas. Aun cuando su equiparación con fracaso implica una reducción del problema, lo cierto es que las notas, nos guste o no, son a menudo el indicador oficial del rendimiento académico.

La revisión de algunas investigaciones científicas hegemónicas sobre el fracaso escolar permite distinguir el perfil de un alumno con «escasas aptitudes», «poco inteligente» o «con bajo cociente intelectual». Al respecto, nadie duda que algunos alumnos tengan capacidades cognitivas más elevadas que otros ni que pueda haber intraindividualmente desemejanzas aptitudinales. Estas competencias pueden explicar ciertos resultados escolares, pero es menester mostrarse muy prudentes en las conclusiones, al menos por dos razones. La primera tiene que ver con el concepto de inteligencia, sobre todo con su versión operativa, el cociente intelectual (CI), discutido y discutible por un significativo sector de la psicología que con razón se queja, por ejemplo, de los abusos que en su nombre se han cometido. La segunda, relacionada, se refiere a las variables que eventualmente pueden matizar la proyección académica de dicho CI: estado emocional, motivación, ambiente escolar y familiar, nivel socioeconómico, etcétera.
Si al estudiar el rendimiento académico se pasan por alto los factores extracognitivos se puede contribuir, aun sin pretenderlo, a desenfocar la cuestión y a generar peligrosas discriminaciones individuales y colectivas.

Resulta evidente, sin embargo, que el conocimiento de la potencialidad intelectual de cada alumno, en un marco amplio que también comprenda otras variables, se torna labor necesaria para orientarle mejor educativamente.

Es preciso, por tanto, que en los círculos psicopedagógicos se revise el concepto tradicional de inteligencia. La visión maquinal preponderante ha lastrado la praxis educativa, muy centrada en una racionalidad artificiosa, así como la investigación sobre el rendimiento, en cuya órbita solo se vislumbraba el interés por una utilidad mecánica generada ya desde la temprana infancia, preludio de la productividad adulta en el mundo laboral, con frecuencia explotada.
 

INVESTIGACIONES EN MÉXICO DE FRACASO ESCOLAR
Salvador Pertusa Martínez


Entendemos por fracaso escolar aquella situación en la que un alumno sin limitaciones intelectuales conocidas no supera los niveles de aprendizaje esperados para su edad, dentro de un determinado plan de estudios y/o de una institución escolar dada.

Algunos autores prefieren hablar de dificultades escolares antes que de fracaso por las connotaciones dramáticas de este término, y porque éste da una sensación de problema definitivo e insoluble, amén de los conflictos en el seno familiar y la alteración en la relación con maestros y compañeros que conlleva. Es, sin duda, un problema complejo que, a menudo, exige un enfoque multidisciplinario.


El porqué del fracaso escolar

En cualquier etapa educativa, el fracaso escolar está determinado por una compleja red de interacciones entre factores relacionados con el individuo, su familia, la escuela y el entorno social. Por tanto, para identificar las razones del fracaso escolar de un niño o un adolescente, sus capacidades y limitaciones no deben ser consideradas aisladamente sino en el contexto de sus circunstancias sociales y ambientales.

La frecuencia de este problema es elevada y oscila según los distintos estudios y niveles escolares entre el 2% y el 30%. Recientes datos del Consejo de la Juventud cifran el fracaso escolar en adolescentes en un alarmante 30%, es decir, uno de cada tres jóvenes.

De las múltiples causas de fracaso escolar, las más frecuentes son los trastornos específicos del aprendizaje. En general, se considera que estos trastornos son de origen madurativo con una base biológica y se caracterizan por alteraciones en los procesos que intervienen en la comprensión o el uso del lenguaje. El desarrollo satisfactorio del lenguaje oral ocupa un lugar primordial entre los numerosos factores de los que depende el desarrollo escolar. Las deficiencias del lenguaje oral receptivo y expresivo afectan seriamente el aprendizaje de la lectura, la ortografía, la expresión escrita y las matemáticas, contribuyendo así de manera significativa al fracaso escolar.

La dislexia es uno de los trastornos del aprendizaje más frecuentes. Básicamente consiste en una dificultad para aprender a leer y escribir. No es un problema relacionado en absoluto con la inteligencia, como mucha gente piensa, y afecta aproximadamente a uno de cada ocho alumnos (12%) de 7 a 11 años. Los expertos señalan que la mejor forma de atajar este problema es detectarlo precozmente, a ser posible antes de que el niño cumpla los siete años y siempre antes de que concluya su educación primaria.

Un informe titulado “La prevalencia de niños con dislexia o dificultades de aprendizaje” promovido por la Fundación Centro de Estudios de Aprendizaje y Reeducación presentado recientemente concluía que:


-La mayoría de los alumnos con problemas de aprendizaje o dislexia son recuperables si reciben a tiempo el apoyo que necesitan.


-Los tratamientos psicopedagógicos se deben realizar en grupos muy pequeños de alumnos y con profesores especializados en esta materia (logopedas o psicopedagogos).


-Cuanto más se espere para dar este tratamiento a los alumnos con problemas mayor será el coste de éste para el sistema educativo.


-La falta de solución a estos problemas provoca a medio y largo plazo la desmotivación del alumno por el estudio, la pérdida de la confianza en sí mismo e incluso la depresión.


-Las repeticiones de curso no resuelven las dificultades de estos alumnos, sino que se convierten en algo continuo a lo largo de su educación.


-Muchos de estos alumnos logran compensar sus trabas gracias a su inteligencia y al esfuerzo, alcanzando así las exigencias de los primeros cursos de su educación y pasando inadvertidos ante sus profesores. Sin embargo, a medida que se enfrentan a aprendizajes más complejos resultan cada vez menos eficaces.





Fracaso escolar primario


El fracaso escolar primario se manifiesta desde el inicio de la escolarización y muchas veces termina encuadrándose bien en un defecto intelectual en el límite de la normalidad, bien en un trastorno de defecto de atención e hipercinesia.

El retraso mental leve puede pasar inadvertido hasta que el niño afectado se enfrenta a exigencias escolares cada vez mayores. Es innegable, por otra parte, que ciertos niños tienen dificultades para controlar su atención y actividad que pueden conducirles a ineptitud para trabajar en clase o a la consecución de escasos progresos educacionales, mayor necesidad de educación diferencial e incidencia aumentada de problemas sociales y emocionales, como deterioro de la autoestima y deficiente adaptación social.



Fracaso escolar secundario


El fracaso escolar secundario es el que se refiere al alumno que tiene normalmente un rendimiento suficiente y que, en un momento dado, comienza a fracasar en los estudios. Es el prototipo de presentación en el adolescente.



Tipos de fracaso escolar


La familia

Otro escenario que se debe considerar es la familia. En ella puede encontrarse o no la causa del fracaso escolar, pero donde adquiere una extraordinaria importancia es en la búsqueda de soluciones y, sobre todo, en su papel preventivo. Será interesante investigar la dinámica existente entre los diversos miembros de la familia y la organización de los distintos aspectos de la vida cotidiana del núcleo familiar.


El colegio

El colegio parece repercutir significativamente en el desarrollo escolar hasta el punto de que algunos autores consideran que es el factor más importante para predecir el fracaso escolar. Un sistema educativo excesivamente regulado, poco flexible, con un nivel de exigencia que supera las capacidades del adolescente va a condicionar la aparición de situaciones de inadaptación. Otros aspectos como el ideario del colegio y su organización, su método de enseñanza e incluso la interacción profesor-alumno pueden ser factores decisivos tanto en el origen como en el tratamiento del fracaso escolar. 


  El entorno social

Por último, el entorno social puede contribuir a la aparición de este problema. Unas condiciones socioeconómicas adversas influyen negativamente sobre el factor familiar o pueden empujar al adolescente a integrarse en grupos o pandillas con conductas de riesgo.






Factores determinantes en el fracaso escolar




Diagnóstico 


El diagnóstico médico de este trastorno se basa en la anamnesis o interrogatorio y en la exploración, y debe completarse con un informe psicopedagógico. Cuando la causa es un trastorno psicológico o la repercusión emocional es importante, será preciso la intervención del equipo de salud mental.

Una vez analizado en profundidad el caso, podemos encontrarnos básicamente con las siguientes posibilidades:

Las funciones del pediatra o del médico de familia irán desde prescribir el tratamiento médico específico y asesorar, coordinar los estudios y las derivaciones pertinentes hasta participar en la elaboración de planes educacionales. El fin último no es mejorar los resultados académicos de ese curso, sino delimitar cuáles son las capacidades del adolescente para no pedirle objetivos imposibles, estimular y potenciar sus destrezas para elevar su autoestima y orientarle en el camino que debe seguir según sus posibilidades y preferencias.

Que sea un episodio circunstancial, una falta de adaptación más en la evolución del desarrollo psicosocial del adolescente.

El colegio elegido no sea el adecuado.

El origen del problema sea un defecto físico, los malos hábitos o que padece una enfermedad.

Se trate de una incapacidad para cumplir los objetivos académicos o un trastorno psicoafectivo.















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